Recientemente, el Dr. Ernesto Guerra participó en el estudio HEALTH, cuyo objetivo principal era evaluar el impacto de una artroplastia total de cadera comparada con una hermiartroplastia, en relación a sus procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de las fracturas desplazadas del cuello del fémur. También el Dr. Antoni Fraguas participó de forma secundaria en esta investigación.
Los resultados se publicaron el pasado mes de septiembre en la prestigiosa revista internacional The New England Journal of Medicine (NEJM), una de las más citadas en su campo y con un impacto de 70.670 lectores. El estudio se hizo de forma conjunta entre varios países, con un total de 80 centros de 10 países. Uno de los más destacados fue el Hospital Universitari Vall d’Hebron, más concretamente en su Unidad de Traumáticos del Servicio de Cirugía Ortopédica, ya que fue el segundo centro que más pacientes acogió para dicho estudio.
En palabras del Dr. Ernesto Guerra, «en los pacientes con fracturas de cadera, la cirugía acelerada no disminuyó los riesgos de mortalidad o complicaciones mayores al compararla con la cirugía en tiempo estándar. Sin embargo, la cirugía acelerada disminuye el riesgo de delirium, infecciones de vías urinarias y de dolor moderado-severo». Entre otras implicaciones, el doctor concluye que el estudio sugiere que «aquellos asignados al grupo de cirugía acelerada tuvieron menor riesgo de mortalidad» y que, por tanto, la cirugía acelerada es «segura».
Asimismo, otras de las conclusiones tienen que ver con las prótesis. Por ejemplo, los resultados arrojaron que la prótesis total de cadera provee una mejoría clínica funcional y en calidad de vida poco significativa al compararla con una prótesis parcial a los 24 meses de seguimiento.
También cabe destacar que los pacientes que fueron sometidos a una prótesis total de cadera sufrieron una pequeña mayor incidencia de eventos adversos serios que los que no, mientras que la prótesis parcial puede proveer resultados satisfactorios en la mayoría de los pacientes ancianos que sufren una fractura desplazada de cuello de fémur.
En definitiva, aquellos pacientes con una demanda física alta y una elevada expectativa de vida posiblemente son los únicos que se benefician de una prótesis total.