Prótesis de Rodilla
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¿QUIÉN ES CANDIDATO A UNA PRÓTESIS DE RODILLA?
Hoy hablaremos de aquellos pacientes que son candidatos para ser intervenidos quirúrgicamente con una prótesis de rodilla. Podemos resumir que serán candidatos a prótesis de sustitución articular (rodilla, cadera o incluso hombro) todas aquellas personas que sufren dolor crónico inhabilitarte que se correlaciona con los cambios radiológicos de destrucción articular.
Ocasionalmente la deformidad articular puede ser la causa sobre todo si entorpece el paso normal o amenaza la posibilidad futura de poner una prótesis.
Las articulaciones que llegan a este punto son rodillas que han sufrido desgaste o perdida de cartílago articular, cambios óseos y deformidad y las conocemos como articulaciones artríticas.
CAUSAS QUE EBOCAN A PADECER ARTICULACIONES ARTRÍTICAS:
- Osteoartritis primaria (conocido popularmente como artrosis).
- Osteoartritis postraumática (destrucción articular a causa de fracturas previas).
- Necrosis vascular de la cabeza del fémur, los cóndilos femorales de la rodilla o de la cabeza del humero.
- Artritis inflamatoria (conocida popularmente como artritis reumatoidea o deformante).
- Artropatía por cristales de Ac. Úrico o cálcicos (gota o condrocalcinosis)
- Otras más raras como la Hemofilia o la enfermedad de Paget o algunos tumores pueden precisar también un reemplazo articular por una prótesis.
CASOS ESPECIALES:
También existen casos especiales de indicación de prótesis de rodilla, como por ejemplo aquellas personas mayores que sufren un severo desgaste de la articulación de la rótula del fémur (conocida como Artritis femoropatelar).
Los casos más especiales son los siguientes:
- Las fracturas desplazadas del cuello de fémur.
- Las displasias de cadera que desarrollan
- Las lesiones por pinzamiento (lesiones de tipo CAM o tipo PINCER) que provocan dolor y artrosis secundaria.
Los corredores en general pueden padecer varios tipos de dolores secundarios en las carreras. A continuación, mencionaremos los cuatro casos más frecuentes y que poder hacer para aliviar el dolor.
- Rodilla del Corredor
- Rodilla del Saltador
- Condromalacia rotuliana también llamado Sd. Femoropatelar
- Tendinopatia de la pata de Ganso


El Síndrome de la cintilla iliotibial o rodilla del corredor es un dolor que suele aparecer en cargas largas o rápidas, sobre asfalto o en terrenos de trail. Se presenta con mayor frecuencia en tipologías posturales de Genu–Varo o por transferencia de carga a la zona lateral de la rodilla que puede extenderse hasta la cadera suele ser unilateral, aunque puede darse en ambas rodillas.
La rodilla del saltador también llamado Síndrome de Larson suele ubicarse en el vértice/polo inferior de la rótula. En este caso, también existe una predisposición anatómica que lo favorece y son rótulas altas pequeñas y móviles, las molestias se concentran en la punta de la rótula y pueden confundir el diagnóstico con la tendinitis rotuliana.
La condromalacia Rotuliana se considera una variante del Sd. de Larson con una mayor afectación e inflamación del cartílago de la cara oculta de la rótula. Esta inflamación es una consecuencia de la sobrecarga articular, puede provocar dolor invalidante que se manifiesta sobre todo cuando el corredor va por pendientes y desplazamientos cortos con frenada.
Finalmente, la tendinopatia de la pata de ganso o la porción más distal del Ligamento colateral medial, pone de manifiesto las molestias en compartimiento medial de la rodilla, al igual que las demás alteraciones citadas esta tendinopatia también tiene su origen anatómico en la estructura de ambas rodillas conocida por Genu–Valgo esta distribución produce carga en la parte medial de la rodilla produciendo inflamación en una o ambas rodillas dependiendo siempre de la carga y terreno elegido.
QUE HACER PARA ALIVIAR EL DOLOR
En los 4 casos es necesario seguir un tratamiento. Crioterapia local (Método curativo mediante el cual se hace uso del frío o las bajas temperaturas), reposo deportivo, evitar saltar y realizar actividades de impacto y en ocasiones tratamiento rehabilitado complementario.
Los 4 dolores de rodilla más comunes se identifican principalmente en base a la localización del dolor, aunque el tipo de actividad que realizas también te puede dar una orientación.
Si el problema no mejora después de tratamientos caseros se debe consultar al especialista en medicina deportiva y traumatología para obtener un diagnóstico más preciso y un tratamiento más adecuado.

TRATAMIENTOS:
Rupturas frecuentes
Actualmente son más frecuentes las rupturas de ligamento cruzado anterior, debido al aumento de las actividades físicas deportivas y recreativas. Existe una alta prevalencia en deportes de contacto y en aquellos con constantes giros de rodilla (fútbol, pádel, baloncesto, esquí).
Además, se da con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, aunque practiquen el mismo deporte, debido a las características anatómicas y hormonales.
¿Hay que operar todas las rupturas de ligamento cruzado anterior?
La decisión de si se debe operar, no sólo depende de los resultados de estudios complementarios (resonancia nuclear magnética), sino también del examen físico y de la sintomatología del paciente (sensaciones de inestabilidad o si se le sale la rodilla).


Las técnicas quirúrgicas son artroscópicas (visualización de una articulación), empleando para la reconstrucción del ligamento cruzado anterior injertos autólogos (del mismo paciente) de tendones isquiotibiales, tendón rotuliano o tendón cuadricipital, como aloinjertos (provenientes de donantes).

Isquiotibiales

Tendón rotuliano

Tendón del cuádriceps
En el mismo acto quirúrgico, se deben reparar lesiones secundarias como cartílago y menisco. Las lesiones meniscales deben intentar suturarse para preservar la mayor cantidad del mismo.
La no reparación de ligamento cruzado anterior en rodillas inestables, llevan a un deterioro progresivo de cartílagos articulares (artrosis precoz).
El 80% de pacientes con ligamento anterior roto no operados, presentan signos degenerativos de rodilla a partir de los 10 años.
Consejos para la rehabilitación postoperatoria del ligamento cruzado anterior
- A las 24hs postoperatorias se comienza con flexión y extensión activa de 0º a 70º.
- Apoyo parcial con muletas al día siguiente de la cirugía.
- A los 7 días se retiran los puntos.
- Comenzar con rehabilitación con fisioterapeuta.
- Ejercicios isométricos de cuádriceps.
- Flexibilización de isquiotibiales.
- Trabajo progresivo del arco de movilidad articular.
- Bicicleta a las 6 semanas.
- Caminata y bicicleta en agua a las 6 semanas.
- Comenzar a correr a partir de los 3 meses.
- Entrenamientos con ejercicios propios de su actividad deportiva a los 4 meses.
- Reintegro total al deporte entre los 6 y 7 meses.
Complicaciones más frecuentes
- Atrofia e hipertrofia del cuádriceps.
- Restricción de flexo-extensión de rodilla.
- Fracaso del injerto de causa multifactorial, que se ha minimizado con el uso del túnel femoral anatómico y nuevos sistemas de anclaje del injerto.
- Infecciones 1% de prevalencia.

Si analizamos el estudio de casos mundiales, podemos identificar algunas causas que hacen que los portadores de prótesis tengan más posibilidades de sufrir lesiones, les dejamos algunos casos:
- El sexo femenino tiene una predisposición más alta en la mayoría de estudios de sufrir una fractura una vez terminada la operación, pero también de sufrir fractura en el acto quirúrgico.
- La edad es foco de controversia en la literatura mundial. Parece que, a mayor edad, existe un mayor índice de fracturas, aunque es cierto que algunos estudios muestran una tendencia aumentada a sufrir fracturas en pacientes más jóvenes y activos.
- Artritis reumatoide es un factor que claramente aumenta el riesgo a sufrir fractura periprotésica.
- Osteoporosis durante el postoperatorio y fractura de cadera como causa de implantación de la prótesis.
- Tiempo transcurrido desde la operación. A más tiempo mayor porcentaje de fracturas. Desde 0,4% al año hasta el 3,5% a los 20 años.
- Mayor incidencia en prótesis no cementadas.
- Mayor incidencia en segundas prótesis (prótesis de recambio)
- Entre el 50 y el 75% de las prótesis que se fracturan sufre un aflojamiento evidente de la prótesis y ello conduce a un incremento del riesgo de fractura periprotésica.